Essaouira
Essaouira, también conocida como Mogador, es una ciudad costera marroquí situada en la costa atlántica. Conocida por su rica historia, su arquitectura única, sus playas ventosas y su ambiente relajado, Essaouira se ha convertido en un destino turístico muy popular. Su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de callejuelas estrechas, casas encaladas y tiendas de artesanía.
Historia
Se cree que Essaouira fue fundada por los fenicios en el siglo VIII a.C. a la llegada de los portugueses construyeron una fortaleza en el siglo XVI, dejando una huella importante en la arquitectura de la ciudad, pero a finales del siglo XVIII, el sultán Mohammed ben Abdallah ordenó la reconstrucción de la ciudad, dándole el aspecto que conserva hoy en día.
A lo largo de su historia, Essaouira ha sido un crisol de culturas, recibiendo influencias de fenicios, romanos, portugueses, franceses y marroquíes. Esta diversidad cultural se refleja en su arquitectura, gastronomía, música y artesanía.
Durante siglos, Essaouira contó con una próspera comunidad judía, que contribuyó significativamente al desarrollo económico y cultural de la ciudad. Otra característica que tiene éste lugar es la música Gnawa, de origen subsahariano, se arraigó profundamente en Essaouira, convirtiéndose en una parte esencial de su identidad cultural y su artesanía la cual es famosa por su calidad y originalidad, con productos como la madera tallada, la cerámica y las alfombras.
Hoy en día, Essaouira es una ciudad vibrante y cosmopolita, que atrae a turistas de todo el mundo. Su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un laberinto de callejuelas estrechas, casas encaladas y tiendas de artesanía. La ciudad es también un destino popular para los amantes del surf y el kitesurf, gracias a sus vientos constantes y olas perfectas.
Qué ver y hacer en Essaouira
La medina:
Explora las estrechas callejuelas de la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Admira la arquitectura tradicional, visita las tiendas de artesanía y disfruta de la atmósfera relajada. Tal y como la conocemos hoy, es el resultado de siglos de historia y de la influencia de diversas culturas. Sus orígenes se remontan a la época fenicia, pero fue durante el siglo XVIII, bajo el reinado de Mohammed ben Abdallah, cuando la ciudad experimentó una transformación radical. El sultán, con una visión de modernizar Marruecos y abrirse al comercio internacional, ordenó la reconstrucción de la ciudad, dándole el aspecto que conserva hoy en día.
Skala de la Kasbah:
Esta fortaleza del siglo XVIII ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad y del océano Atlántico. La Skala de la Kasbah fue erigida por orden del sultán Mohammed ben Abdallah, con el objetivo de defender la ciudad de los ataques marítimos. Su construcción se inició en 1765 y se prolongó durante varios años. La fortaleza jugó un papel fundamental en la defensa de Essaouira durante la guerra franco-marroquí.
Playa de Essaouira:
Relájate en la extensa playa de arena dorada, practica surf, kitesurf o simplemente disfruta del sol.
Puerto de pesca:
Observa la actividad de los pescadores y disfruta de un delicioso marisco fresco en uno de los restaurantes cercanos.
Museos:
Visita el Museo de Sidi Mohamed ben Abdullah para conocer la historia de la ciudad, o el Museo de Artes Marroquíes.
Souks:
Piérdete entre los coloridos zocos y busca tesoros como alfombras, cerámica y especias.
Festival de Gnawa:
Si tienes la suerte de visitar Essaouira durante el festival de Gnawa, podrás disfrutar de la música tradicional marroquí y de una atmósfera festiva.