Es una joya arquitectónica y cultural situada en la ciudad de Rabat, Marruecos. Esta antigua fortaleza, con sus murallas blancas y azules, sus estrechas callejuelas y sus jardines andaluces, es uno de los lugares más emblemáticos del país y un destino imprescindible para cualquier visitante. La Kasbah es un testimonio de la rica historia de Rabat y un ejemplo excepcional de la arquitectura árabe-andalusí.
Historia
La construcción de la Kasbah de los Oudayas se remonta al siglo XII, durante el periodo almohade. Su ubicación estratégica, en la desembocadura del río Bou Regreg, la convirtió en un importante puesto de vigilancia y defensa. A lo largo de los siglos, la kasbah ha sido testigo de numerosos cambios y ha servido como residencia real, fortaleza militar y centro administrativo.
Sus orígenes se remontan al siglo XII, durante el periodo almohade. Esta dinastía, conocida por su gran habilidad arquitectónica, eligió este lugar estratégico para construir una fortaleza que protegiera la desembocadura del río y la antigua ciudad romana de Sala Colonia (actual necrópolis de Chellah).
La kasbah fue concebida como un fuerte familiar, un lugar donde los gobernantes y sus allegados pudieran refugiarse y defenderse de posibles ataques. Su ubicación en un promontorio rocoso, junto al mar, la hacía prácticamente inaccesible.
A pesar de sus orígenes almohades, la kasbah tomó su nombre actual gracias a la tribu de los Oudayas. En el siglo XIX, esta tribu bereber, proveniente del Sahara, se estableció en la zona y la convirtió en su hogar. Su llegada marcó una nueva etapa en la historia de la kasbah, que desde entonces se conoce como la Kasbah de los Oudayas.
A lo largo de los siglos, la kasbah ha sufrido numerosas transformaciones. Ha sido residencia real, fortaleza militar y centro administrativo. Sin embargo, el paso del tiempo y los avatares de la historia la habían dejado en un estado de deterioro.
Afortunadamente, a principios del siglo XX, se llevó a cabo una importante restauración bajo el protectorado francés. Durante esta restauración, se añadieron los jardines andaluces, se restauraron muchos de los edificios históricos y se le dio a la kasbah el aspecto que hoy conocemos.
La arquitectura de la Kasbah de los Oudayas es una mezcla de influencias bereberes, árabes y andalusíes. Sus murallas, construidas con piedra caliza, están adornadas con motivos geométricos. Las casas dentro de la kasbah tienen fachadas blancas y azules, un estilo arquitectónico típico de la región de Rabat.
Elementos arquitectónicos destacados:
Puertas monumentales:
La puerta principal de la kasbah, Bab Oudaia, es una obra maestra de la arquitectura almohade.
Murallas:
Las murallas de la kasbah ofrecen vistas panorámicas de la ciudad y del río Bou Regreg.
Jardines andaluces:
Estos jardines, con sus fuentes, estanques y vegetación exuberante, son un oasis de paz en el corazón de la ciudad.
Mezquita:
La mezquita de la kasbah es un lugar de culto importante para los habitantes de la zona.
Qué ver y qué hacer
La Kasbah de los Oudayas ofrece una gran variedad de atracciones para los visitantes:
Paseo por las callejuelas:
Perderse en las estrechas callejuelas de la kasbah es una experiencia única.
Visita a la mezquita:
La mezquita de la kasbah es un lugar de culto activo y está abierta a los visitantes no musulmanes. Su arquitectura sencilla y elegante es un ejemplo de la arquitectura islámica marroquí.
Relajación en Los jardines andaluces:
Los jardines andaluces son un oasis de paz en el corazón de la ciudad. Con sus fuentes, estanques y vegetación exuberante, son el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad.
Talleres de artesanía:
En la kasbah se pueden encontrar talleres de artesanía donde los visitantes pueden observar a los artesanos trabajando y comprar productos locales como cerámica, alfombras y joyería.
Café Maure:
Este café, con vistas al mar, es un lugar ideal para tomar un té a la menta y disfrutar de las vistas.